Una novela con el romance acostumbrado y el drama infaltable. Con un crimen aquí y allá, suspenso garantizado, una gran cuota de thriller. Una trama policial que tiene su cuota bastante alta de humor.
Si lo leyeron bien pese a ser una novela policial hay mucho humor, lo que distiende el ambiente tan truculento, logrando que la lectura se haga amena y no tan pesada. Hay partes realmente divertidísimas.
La historia trata de Roxy una estudiante universitaria que decide entrar al FBI. Pese a la intromisión y negativa de su profesor, ella decide ir, dejando a tras su corazón.
Wilder sabe que Roxy es la adecuada, pero el tiempo no. Así que hace lo que mejor sabe hacer; guiar a una estudiante a hacer lo que debe.
Los años pasan y el destino le ha puesto otra vez a Wilder frente a ella, pero las circunstancias son distintas. Ella ya no es una estudiante y él solo es un investigador más. Roxy debe lidiar con profesionalismo por un caso indescifrable.
Wilder llega a poner orden en la investigación y a la vida de Roxy. Pero, como se tomara ella cuando se entere de que al final ha sido manipulada para tomar la elección de su vida.
Una trama entrelazada entre una investigación de asesinato y un romance que jamás comenzó.
El final es acorde con la historia y me gusto. El epílogo no es necesario, pero muy divertido.
Fue una buena lectura. Nos leemos en mi siguiente reseña.
Por HS
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Sinopsis:
Roxy no se detenía ante nada. A punto de graduarse, recibe una invitación para ir a una charla sobre el FBI y estaba más que interesada. Que su profesor intentara quitárselo de la cabeza no iba a dar resultados, por muy sexy que fuera. Solo esperaba que no se empeñara demasiado en fastidiar sus planes, porque tenía muy buenos contactos. Además, ¿a él qué le importaba?
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