La trama es obviamente un romance con mucha tragedia y drama, intriga y suspenso, con humor a ratos hilarante y gritos, mucho de estos gritos. También mujeres histéricas y mandonas. Habrá acción y escenas absurdas aunque menos que en otras novelas de la autora (gracias a Dios).
El final es el esperado después de tanto ir y venir con el protagonista. Pensé en dejar de leerlo después de unos capítulos, pero le di una oportunidad y fue mejor de lo esperado.
Shanaya es una mujer que ha tenido un pasado que la ha llevado a ser una persona críptica en todos los sentidos, a forzar sonrisas y adecuarse a una vida que en realidad nunca quiso.
Tyler es el vecino de Shanaya y es un hombre exitoso o más bien en todo menos en una cosa; ella le rehúye como si tuviera peste. No lo entiende, pues cualquier mujer estaría a sus pies, claro todas menos ella.
Cuando un suceso fuera de lo común ocurre, Shanaya se ve envuelta en un torbellino de pesar y realidad que la llevan a ser la comidilla del pueblo y su comunidad. Los enredos estarán a su alrededor al igual que los problemas, más con Tyler que no hace muy bien las cosas, más que enredarlas y ella las desenreda, ja, ja, ja, me reí mucho con ella.
Vean si al final logra su final feliz tal cual ella lo quiere.
Nos estamos leyendo en la siguiente reseña.
Por HS
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Sinopsis:
Shanaya oculta un secreto que ha condicionado su vida. Ahora se dedica a su trabajo en el rancho, a relacionarse solo con los más cercanos y a intentar olvidarse de Tyler, del que ha estado enamorada desde que tiene uso de razón. Y eso es lo más difícil, sobre todo porque es su vecino. Pero ya está resignada a que ese sea su presente y su futuro, aunque la vida puede cambiar en cualquier momento.
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