Okay aquí voy, ya voy en el quinto libro de esta serie y la verdad no llevo ni un tercio y me estoy enojando con el libro, con la serie en general… Un poco too much. Que siempre sean las mujeres las débiles que se disculpen, cuando ellas son las agraviadas, insultadas, etc. y ellos los aprovechados que después de hacerles cosas que uy son imperdonable, las besan y listo… Ellas no se pueden resistir… Uf agota tanto drama e injusticia mmm tendré que leerme la serie, mientras leo otros, si no me acriminaré con la escritora y con lo que me gusta. Listo lo dije, uf genial sacarse el peso de encima, creo que definitivamente debo tener alguna veta inconsciente de masoquista, ja, ja, ja, vamos por la reseña.
La historia se centra en Sondra quien tiene un rancho que ha heredado, como dueña debe salir adelante a como de lugar, la verdad no sería tan complicado si su ex capataz le hiciera la vida imposible, además de haberle robado parte de la herencia, según los ojos de Sondra y de los que miraran.
Él es un ranchero y capataz, le debe todo a la familia Anderson, pero no soporta a su hija, la señorita perfecta. Así que lo mejor es hacer como si no existiera.
Ella ya no puede más y al sentirse robada lo único que puede hacer es la vida imposible a su ex capataz y si algo sabe de eso es ella.
Un tira y afloja constante, una tragedia tras otra, un energúmeno de protagonista y una chica muy herida no son buena combinación. Esta es la receta al desastre y eso es lo que obtendrá.
Encontrarás mucho drama, intriga, palabras no dichas y juramentos que dañarán. Habrá ratos para la risa y muchos para llorar, un drama de aquellos trágicos. Algún mal natural que asolara todo a su paso y palabras que nunca debieron ser dichas, mataran cualquier esperanza
Un final feliz y bastante bueno. Aunque lo hubiese hecho un pin distinto, lo hubiese hecho sufrir lo impensable a Kevin.
Nos estamos leyendo en mi siguiente reseña.
Por HS
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Sinopsis:
Sondra Anderson es la hija del ranchero más importante de la zona y desde su nacimiento sabe que va a ser quien dirija el negocio. La llegada de Kevin al rancho provoca mil cosas, sobre todo en su corazón, pero no le gustaba nada que metiera las narices en las decisiones que ella debía tomar con su padre. Vale que era muy bueno en su trabajo y los hombres le respetaban, pero ella era la dueña. Aunque eso no era lo único que le molestaba. Que la considerara una cría la ponía de los nervios y solo había una manera de vengarse, fastidiarle todo lo que podía.
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