Todos los niños tenían un monstruo en su armario. No todos los niños abrieron la puerta y la mataron.
Para proteger a sus seres queridos, Fortuna ha dejado atrás todo lo familiar y querido.
Ella no puede bajar la guardia. Ella no puede descansar. Ella no puede dejar de moverse. No si no quiere que sus habilidades cada vez mayores se utilicen como catalizador para la entrada de un monstruo en el mundo.
Después de todo lo que ha pasado, Fortuna pensó que conocía la muerte. Se creía bien familiarizada con la traición. Entonces, en su determinación de seguir sobreviviendo, tropieza con un secreto más. Una respuesta más a una pregunta que se ha estado haciendo durante más de una década.
Una verdad más que en realidad podría tener éxito en destrozarla por completo.
Por Haru Ronin
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