Dios, que libro. Realmente bueno. Tenía escrito su título hace tiempo en un cuaderno, pero lo había olvidado. Lo encontré ayer y hoy ya lo había terminado. Lo devoré. Pensé que por el título iba a tratar de Ángeles, pero no fue así, es sobre zombis, según la reseña. Pero la verdad es que es sobre humanidad; sobre almas en cuerpos, sobre la vida y la supervivencia, sobre el bien y el mal, la delgada línea que los separa, sobre la belleza y el mundo, sobre el amor, la amistad, la venganza, también sobre el odio y la sed de vida. Es sobre tantas cosas, pero creo que de lo que menos trata es de zombis, no me malentiendan, si están presentes en el libro, pero lo resaltable de la historia es la vida de la Joven Temple, su singular manera de ver al mundo y la vida. De como ella descubre a Dios y lo bello del mundo.
Alden Bell escribió un libro maravilloso. Con una heroína entrañable, una niña - mujer que no sabe lo increíble que es. Un libro que está escrito de forma sencilla, compleja, contemplativa, certera. Con una pluma fluidísima y que no nos deja perdernos ni una sola letra. El léxico es perfecto y la forma de escribir de la autora es rica en matices, descripciones y comparaciones, pero nunca llega aburrir. Es un libro narrado de forma amena, con mucho sentido del humor y con lenguaje mordaz a veces.
El final del libro (aunque hubiese preferido otro) fue absolutamente perfecto y sorpresivo.
Disfrute muchísimo su lectura y de verdad mis felicitaciones a Alden Bell.
Disfrútenlo como yo lo hice.
HS
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Sinopsis:
Nacida una década después de la aparición de los primeros zombis, en un mundo donde la civilización apenas sobrevive en enclaves dispersos, temple ha pasado sus escasos quince años de vida entre esas criaturas; sabe cómo evitarlas y, en caso de que acaben cruzándose en su camino, sabe también matarlas. Pero también es consciente de que algunos humanos pueden resultar mucho más temibles que los muertos vivientes. Atormentada por su pasado y perseguida por un asesino, Temple está rodeada por la muerte y el peligro, con la esperanza de ser liberada.
Con esta hermosa y perturbadora novela, Alden Bell nos sumerge en un mundo donde la pesadilla y la belleza son las dos caras de una misma moneda. A través de los ojos de su inolvidable heroína seremos testigos de los pequeños milagros del apocalipsis y descubriremos que, en definitiva, no hay peor infierno que el que uno mismo lleva a cuestas.
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