La pluma de la autora sigue siendo ágil. El libro es divertido, un poco menos que el primero, pero esto seguro se debe a la personalidad de la nueva protagonista, bueno y al no tan afable carácter del protagonista.
Lexicológicamente y gramaticalmente hablando es igual que el primero, lo que me hace suponer que el resto de la saga será así también en este aspecto – por lo cual ya no me referiré a esto en lo que quede de saga —, el estilo sigue siendo igual; en primera persona y a dos voces. Usa demasiada retórica y también la reiteración de los recuerdos una y otra vez. Aburre a ratos, pero solo a ratos, el resto sigue siendo cautivante.
Esta vez la historia central gira entorno a Azazel quien es otro de los Ángeles caídos que habitan en el Sheol y fue además durante milenios el alfa, Rey o líder de los caídos, quien dejo de serlo al perder a Sarah; la fuente y la dueña de su corazón, él se auto impone un luto eterno y una misión; evitar que la profecía de su unión con Lilith el demonio se vuelva realidad.
Ella es Rachael, una mujer que no tiene recuerdos, ni sabe quién es en realidad. Solo sabe que cambia cada dos años aproximadamente de identidad - él sabe que es un demonio y que dentro de ella está Lilith y debe matarla - ella es todo lo opuesto a la legendaria Lilith.
Él no sabe qué hacer con ella, en realidad, así que únicamente decide raptarla y dejarla a manos de los Nefilim, así después de cinco años persiguiéndola, ya no será su problema y él será libre de toda profecía.
Ellos ni se imaginan las fuerzas que se ciernen sobre sus cabezas, nada es lo que parece. Les han mentido una y otra vez, ya no hay un límite preciso en cuanto al bien y el mal. La guerra ya está aquí.
Recomendada para mayores de 21 años o con criterio formado.
Por Haru Ronin
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Sinopsis:
Una vez fue gobernante sin miedo de los Caídos, el afligido Azazel debe encontrar a la legendaria sirena con la intención de tomar el lugar de su amante perdida… y matarla. Él es un demonio de ángel.
Azazel debería haber extinguido a la mortal Lilith cuando tuvo la oportunidad. Ahora, frente a una profecía que le obligará a traicionar la memoria de su único y verdadero amor y casarse con la Reina Demonio, él no puede acabar con su vida hasta que lo lleve a Lucifer. Encontrar el primero es la única esperanza de los caídos para proteger a la humanidad de la destrucción de Uriel, pero Azazel sabe que hacer caso omiso de su deseo hirviendo a fuego lento por Lilith será casi imposible. Ella es un ángel de demonio.
Rachel Fitzpatrick se pregunta cómo Azazel podría confundirla con una seductora malvada. ¡Nunca siquiera se ha interesado en el sexo! Por lo menos no antes de poner los ojos en su impresionante captor. Y ahora ella no puede pensar en otra cosa, además de escapar.
Ángeles y demonios no se mezclan.
Rachel remueve una necesidad carnal en Azazel que nunca pensó que iba a sentir otra vez. Caer por un demonio, incluso si ella no tiene idea de que ella es la Lilith, significa renunciar a su propia alma. Pero si la deja ir, corre el riesgo de abandonar su corazón, su peligrosa amante, y posiblemente a toda la humanidad, a la ira mortal de Uriel.
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Biografía:
Kristina Douglas es el seudónimo de una autora (Anne Stuart) de bestsellers del New York Times y USA Today, con más de sesenta novelas publicadas. Ella vive con su esposo en los bosques oscuros del norte de Vermont.
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